La aparición de cáncer en el embarazo es poco frecuente. Sin embargo, un artículo del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia advierte que la tendencia actual de la mujer a postergar la maternidad hasta los 40 años y a mantener un estilo de vida que incrementa los factores de riesgo para las neoplasias ha contribuido a su incremento.

De acuerdo con este mismo artículo, la incidencia de cáncer durante el embarazo es de 0,02% a 0,01%. Las neoplasias malignas frecuentemente diagnosticadas durante el embarazo son: melanoma, cáncer de mama y de cérvix. Otras menos comunes son linfomas y cáncer de ovario, gastrointestinal y genitourinario.

Precisamente, la etapa con mayor riesgo de mortalidad por cáncer del cuello uterino es la reproductiva. Se estima que entre un 1% y un 5% de los embarazos presentan citologías anormales. Asimismo, la tasa de cáncer cervicouterino varía de 1 a 12 por cada 10.000 embarazos.

En cuanto al cáncer de mama en la etapa gestacional, el Dr. Tomás García Balcarce, médico mastólogo del Hospital Alemán y especialista en ginecología oncológica, señala que el principal problema es la demora en la consulta. Y agrega que las imágenes son poco concluyentes porque el tejido mamario está aumentado. Por eso, “ante la sospecha de un nódulo palpable durante la lactancia, no está de más pedir una ecografía mamaria y, por supuesto, una mamografía”, explica el especialista.

Por otro lado, subraya que el embarazo no empeora el pronóstico del cáncer de mama. Es por ello que no es necesario finalizar la gestación en pos de un tratamiento contra el cáncer de mama.

Tomando en cuenta la relevancia de estos datos, Océano Medicina Magazine dialogó con el doctor Ricardo Daniel Campos sobre la importancia de la ginecología oncológica como una subespecialidad dentro de la ginecología que permite la detección, diagnóstico y/o tratamiento de las neoplasias masto-ginecológicas.

– ¿Por qué considera que es relevante que un profesional médico se forme en ginecología oncológica? 

– La patología tumoral es de primordial importancia en todas las etapas de la vida de la mujer. Su detección precoz, mediante tamizajes ampliamente aceptados y mejorados, permite, fundamentalmente, adelantarnos a la aparición de la enfermedad clínica en mama y cérvix uterino. Los tratamientos quirúrgicos, radiantes y quimioterápicos, han demostrado un avance extraordinario en las últimas décadas en el tratamiento del cáncer masto-ginecológico.

El conocimiento de la oncología por parte del médico especialista en ginecología es fundamental y obligatorio, ya que cualquier subespecialidad que desee desarrollar involucra detección, diagnóstico y/o tratamiento de las neoplasias masto-ginecológicas.

– ¿Podría detallar cuáles son las características del sistema TNM desde el punto de vista de la ginecología oncológica? 

– El sistema de categorización de la enfermedad neoplásica TNM consiste en clasificar por estadios, la presencia de ganglios regionales detectables con características de hipertrofia (nodo) N y la diseminación de la enfermedad a distancia, metástasis M. Dicha clasificación se realiza de acuerdo con el tamaño tumoral primario T, mediante palpación directa o visualización por imágenes.

– El cáncer de ovario es uno de los más difíciles de detectar, de hecho, suele ser detectado cuando ya se ha extendido a la pelvis y el vientre, ¿cuáles son los avances más recientes para el diagnóstico temprano de este tipo de cáncer? 

– En la actualidad no existen sistemas de screening para ovario. El mayor avance es contar con la ecografía transvaginal y aplicarla como examen complementario en toda mujer en su control anual. Ante la presencia de una imagen sólida o mixta de pequeño tamaño, se procede a solicitar un marcador CA 125.

– ¿Cuál es el rol de la cirugía con respecto al cáncer ginecológico? 

– El tratamiento quirúrgico en ginecología oncológica puede ser primario, en los estadios I y con posibilidad de erradicar la enfermedad. En los estadios IIA con la misma intención y secundario a tratamiento (quimioterápico, radiante o quimio-radio concurrente y neoadyuvante). También, como complemento terapéutico para controlar la enfermedad en estadios II y, eventualmente, en estadios IIIA puede ser cito reductivo o paliativo.

– ¿Cómo considera que ha sido el manejo del cáncer ginecológico en los centros de salud en este marco de pandemia?

– Ha quedado relegado por la afluencia masiva de pacientes afectados de COVID que ha absorbido tanto el recurso humano como el logístico, tanto a nivel hospitalario, sanatorial y de atención primaria. Además, la población se retrajo en la consulta por temor al contagio lo que hace intuir un aumento en la patología.

Algunos de estos temas son abordados y ampliados por el Dr. Campos en el Curso de Ginecología Oncológica que brinda Océano Medicina en su plataforma educativa.