La biopsia líquida genera expectativas en el diagnóstico precoz del cáncer de mama. Aquí, los micro-ARN son los biomarcadores más utilizados. Se cree que el empleo de la técnica en la práctica clínica contribuirá a reducir la mortalidad asociada esta neoplasia.
El cáncer de mama es la principal causa de muerte asociada a neoplasias en mujeres de todo el mundo. Durante 2020, en el planeta se registraron 2,2 millones de casos nuevos y, lamentablemente, 684.996 muertes asociadas. Ese triste desenlace se debe, en parte, a la falta de estrategias y métodos que permitan ser más efectivos a la hora obtener un diagnóstico precoz del cáncer. Para tal fin se emplea la mamografía, la ecografía mamaria o la resonancia magnética nuclear de mama. Pero en la actualidad dichas prácticas deben lidiar con distintos obstáculos en el ámbito clínico. Suelen depender de la experiencia del profesional que realiza el estudio, requieren equipos y tecnología de calidad, o tienen importantes costos sanitarios.
Para mejorar la detección temprana de tumores malignos en mama, se ha propuesto el empleo de la biopsia líquida. Consiste en la identificación de biomarcadores tumorales en sangre u otros fluidos corporales. Una revisión reciente confirma el carácter promisorio de dicha técnica no invasiva. La relaciona con una alta sensibilidad y elevada especificidad para el diagnóstico temprano del cáncer de mama.
La evidencia surge de una revisión sistemática publicada en la revista Clinical Medicine Insights: Oncology. En primer término, lleva la firma del Dr. Galo Duque, investigador y docente de la Universidad del Azuay (Ecuador). El trabajo incluyó el análisis de 136 artículos publicados entre los años 2010 y 2022. Alrededor de un 95,6% de ellos eran estudios de casos y controles. La metodología empleada en definitiva permitió obtener información de 17.709 pacientes con cáncer de mama.
Un primer dato que recoge la investigación es la utilización casi exclusiva de sangre periférica para realizar las determinaciones. Otros fluidos como la orina, saliva, secreciones nasales, o lágrimas, han sido ensayados en distintas neoplasias. Pero en cáncer de mama, el 96.3% de los estudios disponibles utiliza sangre periférica. “Encontramos solo cuatro artículos que identificaron biomarcadores en orina o saliva”, comenta en el artículo el Dr. Duque.
Existe una variedad de biomarcadores capaces de delatar la presencia de un cáncer. Incluyen células malignas, fragmentos pequeños de ácido desoxirribonucleico (ADN), porciones de ácido ribonucleico (ARN), o bien otras moléculas liberadas por las neoplasias en los líquidos corporales. Según el Dr. Duque, en oncología predominan los estudios que detectan ADN tumoral circulante.
Aunque su revisión en cáncer de mama, en esta oportunidad, encuentra predilección por el ARN. Aquí el 56,8% de los estudios de detección temprana con biopsia líquida busca dar con micro-ARN en circulación. Consisten en pequeñas moléculas de ARN no codificantes que actúan sobre la expresión genética. Están implicados en la regulación de varios procesos biológicos, como la diferenciación celular, la proliferación, la apoptosis y el desarrollo embrionario y tisular. También se caracterizan por ser indicadores de cambios tempranos en el metabolismo celular.
Algo muy distinto sucede con la presencia de ADN en la biopsia líquida. Según el Dr. Duque, el bajo empleo de biomarcadores basados en el ADN podría deberse a la elevada especificidad, pero baja sensibilidad, que tiene ese componente a la hora de diagnosticar un cáncer de mama. “El ADN que se encuentra en circulación proviene de una célula que ya se separó de una neoplasia avanzada”, comenta.
Todos lo biomarcadores analizados lograron una sensibilidad por encima del 70% para la detección de cáncer de mama. Pero en 28 de ellos, dicho valor estuvo por encima del 90%. Allí sobresalen los mencionados micro-ARN, tales como por ejemplo miR-21, miR-155, y miR-195.
En la revisión se comenta que son los que tienen mayor potencial para diferenciar personas sanas, de enfermas con cáncer de mama o tumores benignos. El empleo de un panel de biomarcadores incrementa notoriamente las posibilidades de éxito.
El avance en el desarrollo de la biopsia líquida ha sido interesante en el último tiempo. El 75,7% de los artículos evaluados por el Dr. Duque fueron publicados entre 2016 y 2022. Pero a pesar de ser una zona febril de investigación, aún persisten obstáculos que impiden su uso rutinario en la práctica clínica. Para el autor, se necesita tiempo para conocer más a fondo mecanismos relacionados con la circulación de materiales tumorales. También, resulta fundamental mejorar la reproducibilidad de las mediciones.
Finalmente, el Dr. Duque considera que la evidencia que aporta su trabajo resulta relevante. “La identificación de biomarcadores para el diagnóstico temprano indudablemente será valiosa para reducir la mortalidad por cáncer de mama”, asegura.
-Duque G, Manterola C, Otzen T, et al. Cancer Biomarkers in Liquid Biopsy for Early Detection of Breast Cancer: A Systematic Review. Clinical Medicine Insights: Oncology. 2022;16. doi:10.1177/11795549221134831
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